Educación Globalizada
Cabala para Todos
“La educación es lo que queda en caso de que la persona olvida todo lo que ha aprendido en la escuela”. (Albert Einstein)
Sin importar cómo lo presenten y lo que digan, las escuelas no se ocupan de educar. Solo se ocupan de darle a los niños herramientas para ayudarlos a continuar estudiando en la universidad, memorizando infinidad de material, y esto no es educación sino solo una adquisición de conocimientos.
Los niños de esta generación, están mucho más desarrollados que las generaciones anteriores. Ellos ya están viviendo y respirando un mundo global, y nosotros que hacemos? Tratamos de imponerles lo que fue bueno para nosotros, porque desde entonces el sistema educativo no ha cambiado y ni siquiera ha tratado de adaptarse al mundo global en el cual vivimos.
Del blog del rabino Dr. Michael Laitman.
El principio fundamental en la educación.
La historia de la escuela es una historia de educación egoísta e individualista, una competencia para quién tiene más éxito. Si en la escuela nos enseñaran a trabajar en equipos, donde los niños deben unirse para resolver problemas, recibiríamos una generación de personas completamente diferente.
La esencia de la educación ha sido, y es hasta hoy en día, enseñar al niño a convertirse en una persona capaz de hacer frente y tener éxito en la vida. Por lo tanto, no es de extrañar que los niños “no se conecten” con lo que están aprendiendo en la escuela sino que por el contrario, traten de sobresalir inclusive a costa de sus propios compañeros.
El verdadero desafío del sistema educativo no debe ser “forzar a los niños a llenarlos de conocimiento”, sino guiarlos para que adquieran las habilidades sociales que los ayudarán a superar la desconexión entre todos los integrantes de la sociedad humana que existe actualmente. Para proporcionarles a los niños una guía para la vida en un mundo global, debemos enseñarles qué se debe hacer para cambiar nuestra realidad a una mejor, donde el principio básico no es sobresalir a costa de los que me rodean sino sobresalir JUNTO con los que me rodean.
Al igual que las relaciones de equilibrio y amor mutuo que prevalecen en la naturaleza crean armonía y permiten la existencia de la vida, nosotros como padres o abuelos de esa nueva generación, desde que nacen, debemos dar ejemplo de cómo debe ser una relación de consideración mutua, de ayuda al prójimo, el ejemplo es la mejor escuela y hará que sus vidas y las nuestras sean mucho mejores.
Eso no significa que tengamos que dejar de transmitirles conocimientos, sino que esos conocimientos deben formar parte de todo un programa para ayudarlos a comprender cómo pueden usar todo lo que aprendieron en su beneficio después de abandonar el aula, y vivir en un mundo global que tiene como fundamento el amor al prójimo.
Solo si le ofrecemos a los estudiantes herramientas significativas para la vida, apreciarán la institución llamada “escuela” y cambiarán su actitud hacia ella y hacia los maestros.