APRENDER A AMAR

 

Cada nueva pareja que se forma pasa por momentos de bondad, de enamoramiento embriagador, de sentir que quiere vivir con esta persona hasta el último de sus días, pero cómo todo en la vida, nada es eterno y a medida que pasa el tiempo los sentimientos cambian. ¿Cómo vino? ¿Por qué se fué? ¿Y cómo podemos hacer que ese enamoramiento inicial perdure ?   

Los estudios del amor son la profesión del futuro, sobre todo en estos días en que la relación es tan difícil, existe una necesidad urgente de enseñar a amar, a construir el amor, nos ahorrará muchos sufrimientos y tendrá un efecto positivo en los hijos. De repente descubriremos que nada falta, que todo sale bien, que el amor trae luz a la vida, en el hogar, en el trabajo, en todo lo que hagamos.

Construir el amor requiere que trabajemos juntos conscientemente en una combinación de mente y emoción. Y esto, a diferencia del sentimiento de enamoramiento que sentimos en un principio, es para que entendamos qué intensidades de emoción se pueden alcanzar, este sentimiento espontáneo pasa en poco tiempo, para permitirnos construir nosotros mismos los vínculos del amor.

En primer lugar, debemos acordar entre nosotros que queremos desarrollar el amor, darle vida y no esperar a que nos llegue de alguna fuente desconocida. Queremos construir nuestro amor, aferrarnos a él, pase lo que pase. Para ello tendremos que aprender a compartir con nuestra pareja nuestros sentimientos, emociones, medirlos, discutirlos, transmitirlos claramente, hasta que podamos aumentar cada vez más nuestro amor, a pesar de la rutina que amenaza con disipar todo.

El amor de pareja se construye cuando cada uno se eleva por encima de su ego, para conectar con el otro. La emoción común que sentiremos entre nosotros como resultado de concesiones mutuas, de consideración mutua, es lo que se llamará amor. En la medida en que me entregué, despejé un espacio dentro de mí en el que el otro podía entrar. Renuncio a mis exigencias, a las críticas que provienen de la necesidad de sentirme siempre más alto. No vengo a mi pareja con quejas, sino sólo con sonrisas. Y este lugar donde abandoné mi ego se llenará de amor. 

El amor mutuo se crea cuando yo tengo espacio en tu corazón y tú tienes espacio en el mío. Y como yo te siento en mi corazón, así tú me sientes en el tuyo.

Nada nos cae por casualidad. La vida es un campo de ejercicio para corregirnos y desarrollar el amor. Una persona que llega a desarrollar una actitud de amor por los demás se vuelve ilimitada, deja de sufrir, tiene un sentido de trascendencia más allá de todos los límites de la realidad. Se abre ante él un mundo nuevo y bueno, y comprende que no importa quién sea la persona que esté frente a él, en realidad está haciendo el trabajo interior hacia sí mismo..

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