Con el acercamiento de las Pascuas inmediatamente se nos viene a la mente la narración de “ La liberación de Egipto”, o “el cruce del mar Rojo” o “Moisés el salvador”- Recordamos lo que la Torá nos cuenta sobre la época en la que fuimos esclavos y todo el proceso de liberación por el cual el pueblo de Israel tuvo que pasar para conseguir su libertad. Pero mirándolo desde la perspectiva de miles de años después, hoy en día acaso podemos decir que realmente hemos sido liberados de la esclavitud. ¿Acaso no nos hemos convertidos en esclavos de nuestra propia vida? ¿Esclavos del trabajo, de la familia, de la sociedad?
Somos esclavos de nuestras propias vidas
Dicen los cabalistas que si logramos descifrar lo que realmente nos está contando la torá con la narración de la salida de egipto entenderíamos el mapa de camino que tenemos que seguir en nuestra vida para llegar a una liberación verdadera y eterna.
Nos explican los cabalistas que el primer paso es descubrir donde nos encontramos en este momento, en que etapa de la salida de Egipto (salida de la esclavitud) nos encontramos en nuestra propia vida. Estamos en el estado en el cual ya nada nos llena, nada nos satisface y queremos más. A pesar de que nada nos falta no logramos llenar esa necesidad de más, y en la nueva generación es donde más se siente. En sintesis lo que ayer nos satisfacia hoy ya no es suficiente. Explican los cabalistas que no solo nos desarrollamos y avanzamos en forma física e intelectual sino que también nuestros deseos se desarrollan y crecen y ellos son en realidad el motor que nos llevan a querer cada vez más y nada nos llena.
Cuando llegamos a ser conscientes de este estado en el cual nada nos satisface es cuando lo denominamos “Exilio” en términos de la cabala, o “Galut” en hebreo. Lo más probable que la persona aunque no le falte nada materialmente se sienta encerrado, esclavizado. Es entonces cuando se nos despiertan preguntas cómo ¿cómo hago para sentirme libre?, tengo auto, casa, viajo, trabajo y aún así ¿no me alcanza? y en este punto comienza la siguiente etapa de nuestra salida de Egipto la cual es entender que fuerzas internas nos gobiernan las cuales nos hacen vivir sintiéndonos esclavos.
