CABALA PARA TODOS

AMOR INCONDICIONAL

Analicemos por un momento el mundo en el cual “interactuamos con otros”. Por ejemplo  te haz puesto a pensar que cuando estas cerca de alguien, hablamos, vemos, escuchamos, nos intercomunicamos unos a otros, pero no sabemos en realidad qué piensa y qué desea la persona a mi lado. No sé dónde está realmente. Es posible que en este mismo momento esté pensando en otra persona, que vive en otro lugar, tal vez incluso en otro momento. Tal vez está pensando en alguien que vive en Australia o en alguien que ya no está vivo. Incluso si en ese momento estaba de pie junto a mí, pero en sus pensamientos estaba en otra parte completamente distinta.

Por ejemplo si me preguntan quién estaba sentado a mi lado en el tren, camino hacia el trabajo, o junto a quién esperé en la fila de la cafetería, casi con toda seguridad no podría contestar, porque en ese momento estaba pensando en otras personas y otros temas.

AMOR INCONDICIONAL ES LA META
AMOR INCONDICIONAL ES LA META

 Conclusión:

la proximidad o el alejamiento de alguien no es una función de la distancia física.

Equivalencia natural

La Cabalá y la ciencia nos explican una ley especial que existe en la naturaleza, llamada ley de equivalencia de forma. De acuerdo con esta ley, podemos percibir la realidad fuera de nosotros solo de acuerdo con nuestro grado de compatibilidad con ella.

El ojo humano, por ejemplo, está orientado a lo largo de una longitud de onda que corresponde al rango entre el púrpura y el rojo. Por lo tanto, no podemos ver una onda más corta que la púrpura, por ejemplo, ultravioleta. La abeja, por otro lado, puede ver la radiación ultravioleta, identificando así flores de varios tipos.

Equivalencia espiritual

La ley de equivalencia de forma establece que para estar cerca del Creador en el mundo espiritual, simplemente necesitamos ser similares en cualidades. Entonces, ¿qué es la cercanía y la distancia en la espiritualidad? ¿Cómo podemos experimentar la realidad espiritual y cómo puede mejorar nuestras vidas?

En el mundo espiritual, como en el mundo físico, la “ley de equivalencia de forma” opera, pero aquí no estamos hablando de la equivalencia de frecuencias o longitudes de onda, sino de la equivalencia y la distancia entre pensamientos (intenciones).

En el mundo espiritual, solo se miden nuestras “intenciones”. Los cabalistas explican que el hombre, naturalmente, solo piensa en sí mismo y en su beneficio, mientras que la fuerza suprema que opera y maneja toda la realidad, actúa con la intención opuesta por completo: La fuerza suprema es amor y otorgamiento puro. Como resultado, en el nivel espiritual hay una inversión de forma entre el hombre y la fuerza que controla su vida.

Si queremos experimentar la realidad espiritual y entender cómo funciona el mundo, debemos adquirir la intención del Poder Supremo, la intención de amar y dar al prójimo. Mientras pensemos en nosotros mismos y solo en nuestro bien personal, seremos opuestos a las intenciones del Poder Supremo y por lo tanto, no podremos absorber la realidad completa. Pero si aprendemos cómo trascender nuestro ego, entraremos en un mundo nuevo, un mundo pleno de amor incondicional

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